El primer encuentro oficial entre Juan José Ibarretxe y Patxi López tras el alto el fuego de ETA siguió la tónica de la cita del martes entre Zapatero y Rajoy y sirvió para rebajar la tensión surgida entre el lendakari y el PSE a cuenta del protagonismo que debe o no tener el lendakari en el proceso de paz. "Espero que todo se quede en un malentendido", dijo el secretario general de los socialistas vascos tras subrayar que su partido no discutirá "el importantísimo" papel del Gobierno vasco en el proceso.

Esta afirmación desveló el interés del líder del PSE por reconducir la polémica desatada desde que sus compañeros criticaran al lendakari por anunciar su intención de promover una mesa de partidos para abordar el futuro del autogobierno.

El reconocimiento del protagonismo que corresponderá al Ejecutivo vasco trató de allanar los preparativos de la cita que Ibarretxe tendrá el martes con José Luis Rodríguez Zapatero. López pidió al lendakari que "siga apoyando" a Zapatero como "lo ha hecho hasta ahora". Y anunció que el PSE se pone "a disposición" de Ibarretxe para "trabajar juntos".

La reunión apenas duró una hora y López la aprovechó para recordar que la "prioridad" es "constatar" que ETA "va en serio" y que no se produce ninguna muestra de violencia. El secretario general del PSE se cuidó de no herir a los nacionalistas con críticas a la pretensión de abordar la superación del actual marco autonómico. Pero les envió un mensaje al subrayar que "la paz es un fin en sí mismo y no un medio para otros fines".

CADA COSA A SU TIEMPO López insistió en que "cada cosa tiene su tiempo" y que sólo cuando se haya confirmado la desaparición de la violencia se podrá trabajar en la búsqueda de un acuerdo "para ampliar el consenso" en torno al actual Estatuto.

El secretario general del PSE interpretó que Zapatero no se opone a crear una mesa o foro donde las fuerzas políticas traten sobre cuestiones políticas. Así quitó fuerza a la expresión utilizada por el presidente del Gobierno cuando consideró "superada" la dinámica de dos mesas, la que reunirá al Gobierno y a ETA para hablar de los presos y del desarme, y la de partidos para tratar sobre autogobierno.

La presidencia del Gobierno vasco confirmó también el clima de cordialidad del encuentro. Fuentes próximas a Ibarretxe reconocieron que las "coincidencias" habían sido muchas. Tanto Ibarretxe como López convinieron en que habrá que esperar a junio para comprobar "si se dan las condiciones" para reunir a los partidos. Fuentes de la presidencia reiteraron que, si bien no hay que tener prisa, "tampoco se puede andar con pausas".

Ibarretxe recibió por la mañana a representantes de Aralar, el partido escindido de Batasuna, que abogó por comenzar ya las reuniones de las fuerzas políticas. El lendakari continuará hoy su ronda de contactos, probablemente con Batasuna.