Juan Jose Ibarretxe pidió a ETA que "se vaya" de la vida de los vascos y que no siga ensuciando el nombre de Euskadi ni "destrozando su corazón". Lo dijo en su discurso de fin de año, pero no quiso que el atentado modificara el mensaje que había grabado el martes y en el que recordó, con nombres y apellidos, a todas y cada una de las víctimas del terrorismo durante el 2008. El lendakari dirigió a los ciudadanos un mensaje de ánimo para un 2009 que reconoció que será "difícil" a causa de la crisis económica.

El presidente del Ejecutivo vasco se comprometió a actuar para que en Euskadi "nadie se quede tirado". No desaprovechó la ocasión y arremetió contra la "soberbia" del PSOE por "negar" a los ciudadanos vascos la consulta e insistió en que el derecho a decidir significa "progreso" para el país. El empeño del dirigente del PNV en no cambiar el discurso de fin de año después del atentado de ETA fue criticado por los socialistas, para quienes el mensaje del lendakari fue más de "fin de ciclo" que de fin de año.