Juan José Ibarretxe rompió ayer lo que iba a ser una intervención protocolaria con el Rey en un discurso reivindicativo. El lendakari aprovechó la presencia en Euskadi de Juan Carlos y Sofía para advertir de que los vascos no aceptan "ni la vulneración de los derechos humanos ni el recorte de las libertades democráticas". Se quejó así de forma implícita por la pretensión de ilegalizar Batasuna y por el cierre de Egunkaria .

Los Reyes acudieron a la localidad vizcaína de Muskiz para la inauguración de Bahía Bizkaia, un enorme complejo energético que ha requerido una inversión de 660 millones de euros (110.000 millones de pesetas) aportados por Iberdrola, Repsol- YPF, BP y el Ente Vasco de la Energía (de capital público). Estaban presentes un millar de invitados del mundo político y económico, así como representes del Gobierno central, como el vicepresidente Rodrigo Rato.

PLAN SOBERANISTA

El lendakari se refirió sin citarlo a su plan para hacer de Euskadi un Estado y afirmó en su discurso que la sociedad vasca no quiere "dar portazos" sino "convivir desde el respeto" con España. Las palabras de Ibarretxe sobre la situación política fueron breves, pero contundentes.

"La sociedad vasca quiere que las relaciones institucionales se hagan con normalidad y con respeto. Como hoy", dijo Ibarretxe, después de "agradecer sinceramente" que, "en días difíciles", los Reyes hubieran decidido acudir a la inauguración de un proyecto que el Gobierno vasco ha perseguido durante años.

El lendakari subrayó que ETA es el "máximo enemigo" y el "máximo obstáculo" para que los vascos puedan "vivir y decidir en libertad" sobre su futuro político. Pero con el mismo énfasis denunció el "recorte" de libertades, y la "incomunicación y la falta de respeto entre las instituciones públicas" que, aseguró, padece Euskadi. Todo ello a pesar del deseo de los vascos, dijo, de que esas relaciones institucionales se desarrollen "con normalidad y respeto".

Las alusiones a la actitud de José María Aznar obligaron a Rato a responder enseguida. El vicepresidente económico se mostró de acuerdo en el contenido del mensaje expresado por Ibarretxe, pero reprochó a la Administración vasca que no lo siga. "Lo importante es aplicarlo", dijo.

A modo de ejemplo, Rato reclamó al Gobierno vasco que "conteste" a las cartas del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, sobre las ayudas a los afectados en Euskadi por el vertido de fuel del Prestige . Rato almorzó en Getxo con miembros del Círculo de Empresarios, que se ha mostrado crítico con el plan soberanista del lendakari, y con algunos de los socios del proyecto gasístico inaugurado ayer.

El Rey explicó su presencia en la planta energética como una prueba del "apoyo de la Corona a los afanes más nobles de la sociedad vasca" y de su fe en la "capacidad de futuro" de Euskadi. Sin entrar a rebatir ninguno de los términos del discurso del lendakari, sí aludió a la "historia común" del País Vasco y España.

Juan Carlos dibujó para la sociedad vasca un futuro de "convivencia pacífica en libertad y democracia" en la que triunfe el talante "conciliador e integrador", y que acabe "definitivamente" con la violencia.

OTEGI INSULTA AL REY

La presencia de los Reyes no suscitó esta vez acto alguno de protesta por parte de los seguidores de Batasuna. Pero sí unas declaraciones de Arnaldo Otegi contra el Rey, a quien calificó de "jefe de los torturadores", en referencia a los supuestos malos tratos denunciados por los detenidos a raíz del cierre del diario Egunkaria .

El limitado acceso a las instalaciones de la central dificultó cualquier concentración de personas ajenas a los actos, a los que se accedió por rigurosa invitación. El despliegue de la Ertzaintza fue muy amplio. Los agentes controlaron las instalaciones y los alrededores.