Ibarretxe inició ayer el curso político en Euskadi recuperando el polémico plan que lleva su nombre. Durante una comparecencia plagada de optimismo sobre la situación política vasca, enfatizó que los partidos socios del Gobierno (PNV, EA y EB) creen que las bases para un nuevo acuerdo político sobre el autogobierno entre Euskadi y España están en la propuesta de Estatuto que fue rechazada en el 2005 por el Congreso de los Diputados.

A pesar de que este proyecto contó en diciembre del 2004 con el apoyo de la mayoría absoluta en la Cámara vasca (39 votos de 75), tanto el PSE como el PP lo invalidaron como punto de partida para el debate político y el PNV ha optado durante meses por dejarlo en "el cajón".

Ibarretxe lo resucitó ayer al aprovechar su comparecencia en San Sebastián, tras la primera reunión del Ejecutivo después de las vacaciones, para defender que en ese texto, que causó una gran fractura política, están "los mimbres" para el acuerdo.

Además de confirmar que lo pondrá sobre la mesa, el lendakari reiteró en varios momentos que cumplirá "su" compromiso de convocar una "consulta popular" sobre el acuerdo político que logren los partidos.

IMPLICAR A LA SOCIEDAD Consciente de que son ahora las fuerzas políticas las que deben protagonizar el diálogo, Ibarretxe se adjudicó como tarea propia la de "impulsar" esas conversaciones y lograr que la sociedad vasca "se implique" en acompañar el diálogo y "sentir el debate como algo propio".

Anunció que durante el debate de política general, que se celebrará el próximo día 22, concretará las medidas para procurar esa implicación social en defensa del proceso de paz y la normalización política.

También dio por seguro que en otoño se podrá constituir la mesa de partidos, aunque subrayó que lo importante es que se logre un acuerdo sobre cómo funcionará ese foro.

En su intervención, el presidente vasco subrayó que el próximo curso político será "muy importante" porque el País Vasco, dijo, nunca antes ha disfrutado de una oportunidad tan "clara" de conseguir la paz y de poder decidir su futuro, y "hay que aprovecharla", recalcó.

El lendakari lanzó un mensaje a las formaciones políticas, a las que instó a ser respetuosas con el proceso de paz, les solicitó "lealtad" y "seriedad", que permitan crear un clima de "confianza" para ir hacia el entendimiento, evitando "la bronca por la bronca". Y les pidió "valentía" para proponer "iniciativas".

Respecto a los presos de ETA, Ibarretxe defendió que estos no forman parte de "una partida de ajedrez". Manifestó que el acercamiento de reclusos a Euskadi es un derecho que les asiste y que debe respetarse, y abogó porque esta modificación de la política penitenciaria se haga "al margen" de cómo discurran los contactos entre Gobierno y ETA.

Aunque dio por superada la apariencia de bloqueo en el proceso de paz, fue tajante al asegurar que "ni la dispersión ni la ley de partidos pueden acompañar ese proceso".