Continuidad. Esa ha sido la máxima seguida por Juan José Ibarretxe a la hora de nombrar a los integrantes de su Gobierno, en el que sólo aparecen tres rostros nuevos. De ellos, únicamente uno pertenece al PNV, partido que dirigirá en esta legislatura siete departamentos; EA ha renovado a dos de sus tres miembros en el Gabinete y Ezker Batua mantiene a su único representante en el Ejecutivo.

El lendakari se ha mantenido fiel a su propósito inicial de no introducir grandes cambios en su equipo. Desde hace más de un año había apostado por renovar el tripartito (PNV, EA, EB) y, confirmado el acuerdo, avanzó que seguiría contando con las mismas personas. Sólo la necesidad de observar la nueva ley de igualdad, que impone un 40% de mujeres en el Ejecutivo, le ha llevado a prescindir de Alvaro Aman al frente de Transportes y nombrar en su lugar a la ahora diputada foral de Guipúzcoa y exparlamentaria Nuria López de Guereñu, que es ingeniera de telecomunicaciones.

Al prescindir de la renovación, Ibarretxe ha evitado reabrir tensiones en el PNV, que aún no se ha repuesto del enfrentamiento entre Josu Jon Imaz y Joseba Egibar por la presidencia del partido. Así, mantiene a Idoia Zenarruzabeitia como vicepresidenta y responsable de Hacienda; a Javier Balza en Interior; a Ana Agirre en Industria; a Miren Azkarate en Cultura; a Gabriel Inclan en Sanidad y a Gonzalo Saénz de Samaniego en Agricultura.

CAMBIOS EN EA Eusko Alkartasuna conserva en el Gobierno a su hombre fuerte, el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga, y prescinde de Angeles Iztueta, que dirigía Educación, y de Xabin Intxaurraga, en Medio Ambiente. Ambos se alinearon con el sector crítico en el último congreso de EA y ya entonces se vaticinó su salida. Acceden Tontxu Campos y Esther Larrañaga, personas de confianza de la cúpula. Javier Madrazo (EB) seguirá al frente de Vivienda.