Miquel Iceta gozó ayer de un inusitado protagonismo en el comité federal del PSOE. Las reuniones de este órgano, el más importante del partido después de un congreso, suelen consistir en un discurso inicial en abierto del secretario general y una reunión a puerta cerrada, pero esta vez, ante la enorme importancia que los socialistas otorgan a las elecciones catalanas del próximo 21 de diciembre y la excelente relación de Pedro Sánchez con el líder del PSC, hubo algo más. Tras la intervención de Sánchez hubo otra, frente al mismo micrófono, de Iceta. El candidato de los socialistas catalanes aprovechó la ocasión para subrayar que frente al «rupturismo» independentista y el «inmovilismo» del PP y Ciudadanos, él aboga por un «tercer espacio» que sea «progresista y catalanista» y sirva «para un gran acuerdo».

«Queremos pasar del lío a las soluciones, del radicalismo al sentido común, al seny. Los que nos han gobernado lo han hecho con una coalición que se llamaba Junts pel Sí. Yo quiero hacer otra que se llame Junts pel Seny».

Todo el PSOE respalda este mensaje y subraya la difícil situación del PSC, después de que su apoyo al artículo 155 haya provocado importantes fugas en el partido. Los principales barones también aplauden la heterodoxa confección de listas electorales llevada a cabo por los socialistas catalanes, que combinan representantes de la extinta Unió, como el exconseller Ramon Espadaler, y reconocidas figuras de izquierda, como Carlos Jiménez Villarejo, exfiscal Anticorrupción y exeurodiputado de Podemos. «Sí, en la candidatura que yo encabezo hay democristianos y hay comunistas. ¡Y a mucha honra!», dijo Iceta entre aplausos.

El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, que presidió la Comisión Territorial, avaló el pacto del PSC con los herederos de Unió: «Es la forma perfecta de llegar a muchísimos catalanes».

El día después de las elecciones suscita más preocupación en el PSOE. Tanto la dirección del partido como los principales barones creen que ante la previsible ausencia de mayorías claras, la «solución» no vendrá de un pacto que solo incluya a las fuerzas constitucionalistas (Ciudadanos, PSC y PP), ni mucho menos de otro que englobe al independentismo.