La fórmula de Miquel Iceta para la reconciliación se cimienta sobre el respeto a la legalidad y ensanchar la responsabilidad y dirección política a través de un Govern de concentración. También en una rechazo al "frente democrático" que promocionan los grupos independentistas con el apoyo de los 'comuns'. "Este frente no puede ser sinónimo de desacatamiento al poder judicial porque esto va en contra de la separación de poderes", ha afirmado. Reclinado en el atril, ha suspirado que "ya se han enfrentado suficiente" y ha dado rienda suelta a su propuesta.

"Diálogo, negociación y pacto", ha clamado el líder socialista, contraponiendo su mando tendida a aventuradas unilateralidades. Ha reiterado su alegato a "superar la política de bloques" y a forjar un "gran acuerdo de país" que repose sobre el "respeto de la ley", la "primacía de la política" y la "búsqueda de amplios acuerdos". "Sin respeto a la ley no hay democracia y sin democracia no podemos hacer política", ha resuelto Iceta.

El socialista ya apuntó que la solución a la encrucijada después de tres meses de la celebración de las elecciones del 21-D pasa por reunir un equipo de 'consellers' de todos los partidos políticos, "los más capaces". "Estemos dispuestos a abandonar el refugio de los bloques para avanzar en el campo abierto al diálogo", les ha emplazado a los diputados aposentados en sus escaños. Y, como ya viene recordando Iceta, ha hurgado en que el reloj de la legislatura corre y que mientras no pactan "el 155 sigue vigente".

"Los dos grupos más grandes de la Cámara no se hablan entre ellos", ha espetado en alusión a la nula relación entre Ciutadans y JxCat. "Les pido que hagan un esfuerzo por la ciudadanía, por el país", ha insistido, después del rifirrafe entre Inés Arrimadas y Marta Madrenas.

"Desobediencia o legalidad", ha pedido escoger Iceta, que se ha decantado sin sorpresas por la segunda. "No permitamos que la rabia, la indignación o la impotencia dicten nuestra política", ha zanjado, y a tendido la mano a los 'comuns', quienes ya le han garantizado su aval. El portazo de los independentistas a su propuesta ha sido unánime.