El vicepresidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal primado de España Antonio Cañizares, aseguró hoy que el fortalecimiento de la institución familiar pasa, entre otras cosas, por la defensa del matrimonio único entre un hombre y una mujer, no por "aspectos económicos" ni "con unos cuantos euros". Cañizares hizo estas declaraciones a los periodistas antes de ser investido doctor honoris causa por la Universidad Cardenal Herrera-CEU junto a la directora del Instituto Nacional de Abusos de Drogas (NIDA) de los Estados Unidos, Nora Volkow.

El arzobispo de Toledo se refirió así al anuncio hecho ayer por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de que las familias con residencia legal en España recibirán una ayuda de 2.500 euros por cada hijo que tengan o adopten. Según Cañizares, "resulta muy extraño" que se anuncien medidas de este tipo "y se diga que la familia va bien" cuando hay, dijo, "leyes divorcistas que destruyen la familia, que desfiguran la verdad de la familia asentada en el matrimonio entre un hombre y una mujer".

España, a su juicio, tiene actualmente "una cultura y una legislación" que favorecen "las rupturas familiares" antes que la consecución de matrimonios, ante lo cual estimó "necesario" reivindicar la "transformación radical de la legislación" y favorecer una educación "que realmente respete a los padres". Asimismo criticó que se "sustraiga" a los padres el derecho "fundamental e inalienable" de decidir para sus hijos la formación religiosa y moral que quieran para ellos.

La nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía "impide esto" y por ello "debe reformarse", señaló Cañizares, para quien "los Reales Decretos no son la ley y deben ser reformados para que se cumpla el artículo 27 de la Constitución" y el Estado no "imponga una formación moral obligatoria". Afirmó que ni él ni la Conferencia Episcopal se han opuesto "nunca" a esa asignatura, dijo que ven "conveniente, deseable y necesario" una materia que estudie la Constitución, las instituciones o la urbanidad, y reclamó que se reforme el desarrollo de su planteamiento aprobado en Real Decreto porque "va más allá de la LOE".

Cañizares defendió la educación religiosa como defensora de valores como el amor, la caridad, la dignidad humana, la justicia, el perdón o la reconciliación, e insistió en que, tal y como está ahora planteada, Educación para la Ciudadanía "descalifica" a la religión católica porque "dice que no sirve para nada".