Las bases de Podemos respaldaron la continuidad de Pablo Iglesias e Irene Montero al frente de la secretaría general y de la portavocía de la formación en el Congreso con un 68,42% de votos a favor. La participación era una de las claves de la consulta, porque el líder morado había redoblado su apuesta al anunciar que una baja participación les obligaría a dimitir. La implicación de la militancia fue récord en un proceso interno, con un total de 188.176 votos.

El doble triunfo de Iglesias viene empañado por el descenso de apoyo registrado respecto a Vistalegre 2, cuando Iglesias enfrentó su proyecto con el liderado por Iñigo Errejón. Entonces su candidatura a secretario general obtuvo el 89,09% los votos. El plebiscito sobre su chalet y su continuidad como líder el apoyo descendió casi un 21 puntos menos.

La consulta a los inscritos de la formación morada sobre la «credibilidad» de Iglesias y Montero fue promovida por ellos mismos tras publicarse en los medios las fotos y los datos de la compra de un chalet con piscina-lago y casa de invitados valorado en 660.000 euros en Galapagar (Madrid). Antes, explicaron que habían adquirido el inmueble para criar a sus hijos (la pareja espera gemelos para este otoño) lejos de la presión de los paparazi. También, que lo pagarían mediante una hipoteca a 30 años suscrita con la Caja de Ingenieros.

La pregunta a la que debían responder los inscritos en Podemos era: «¿Consideras que Pablo Iglesias e Irene Montero deben seguir al frente de la secretaría general de Podemos y de la portavocía parlamentaria?». El secretario de Organización, Pablo Echenique, que tenía previsto ofrecer hoy los datos definitivos los publicó finalmente ayer por la noche: 128.300 votantes dieron su respaldo a la continuidad de ambos al frente del grupo parlamentario y la secretaría general de Podemos, 59.224 personas (31,58%) se opusieron y 652 (0,35%) votaron blanco. Los resultados se validaron sin auditores independientes que velaran porque el proceso cumpliera con todas las garantías democráticas. Tras detallar fallos en Vistalegre 2, Openkratio planteó exigencias de mejora y, como Podemos se negó a aceptarlas, dejó de actuar como autoridad de votación. El recuento del chalet fue gestionado por trabajadores de Podemos que recibieron formación pero que no son independientes, pues están en nómina del partido.

Pablo Iglesias, en una carta difundida a través de Facebook ayer, declara que su «obligación es seguir al frente de Podemos y representar dignamente tanto al 70%» que le apoya «como al 30% que querría otro secretario general». «Cometo errores y seguramente los seguiré cometiendo, pero nadie podrá decir que nos aferramos al cargo o que nos escondimos ante la crítica. Creo humildemente que hemos vuelto a demostrar que somos distintos», escribe. Además, lamenta que un «asunto privado» se haya convertido en «un debate público nacional».

En los últimos días, además, y tras recibir algunas críticas de dirigentes como el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, el líder morado apuntó que una baja participación también podría hacerles dejar sus cargos y expresó su deseo de que hubiera «más de 120.000 votos».

Juan Carlos Monedero, fiel pablista que se había encarado con el alcalde gaditano, celebró ayer el triunfo de Iglesias. «En el ataque más brutal que se recuerda, Podemos se reinventa con la dirección de Pablo Iglesias y la portavocía de Irene Montero. 70% de los apoyos y una participación histórica de 190.000 personas. Rajoy: te quedan dos telediarios», tuiteó.