Hasta ayer era una política desconocida. María Teresa Sáez Laguna, de 54 años recién cumplidos, se las había ingeniado para pasar desapercibida en todos sus destinos. El último que ocupó fue el de vicepresidenta de la Comisión de Control del Ente Público de la Comunidad de Madrid, en la pasada legislatura.

Administrativa del Insalud desde 1992, Sáez Laguna es descrita por sus excompañeros de partido como alguien "poca cosa" y muy insegura. "Cada vez que tenía que intervenir en un acto se ponía muy nerviosa. Recuerdo que una vez se echó a llorar del miedo", dice una diputada socialista. Ayer evitó dar la cara ante los medios de comunicación, a diferencia de Tamayo.

También integrante de Renovadores por la Base, Sáez hizo carrera en la Federación Socialista Madrileña (FSM) desde el barrio de Usera, donde vive. De secretaria de Organización de distrito pasó a la Ejecutiva de la FSM. En las últimas autonómicas, fue incluida por Simancas en el puesto 46 de la lista. Salió la penúltima.

¿Qué le impulsó a la traición? Algunos compañeros sostienen que estaba resentida con Simancas por haberla colocado a la cola. Otros dicen que estaba recién separada de su marido y atravesaba una situación personal difícil.