El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, se mostró ayer satisfecho por las reacciones que ha suscitado el documento presentado el sábado por su partido sobre pacificación y normalización política y en el que, afirmó, queda "nítidamente claro" que no habrá diálogo político "resolutivo" mientras persista la violencia.

Imaz, que ayer presidió en Pamplona la reunión de la ejecutiva del PNV, indicó que "no es ningún secreto" que ahora existen contactos bilaterales entre partidos con los que se intenta acercar posiciones que permitan estructurar una mesa de diálogo, pero "hay una radical incompatibilidad entre política y violencia", dijo, y añadió que "el diálogo resolutivo no debe ser consecuencia de la violencia sino de su cese". En referencia a las reacciones que ha suscitado el documento, donde la "excepción" ha sido el Partido Popular, que lo "descalificó", se mostró convencido de que el texto "tiene asideros para empezar a trabajar y avanzar hacia una sociedad normalizada", y por eso pidió a las restantes formaciones políticas que hagan sus aportaciones porque el PNV las estudiará "con espíritu abierto" para buscar "un suelo común que permita la normalización".

Con este objetivo, el dirigente del PNV pidió al PP "que no espere otros 25 años para entrar en un debate que en estos momentos está en la realidad social". "En este país nos necesitamos todos y el futuro lo tenemos que construir entre todos", subrayó.

"ACUERDOS INTEGRADORES" Así, y tras subrayar que es necesario llegar a "acuerdos amplios e integradores" como "única forma de avanzar", Imaz sostuvo que también en Navarra debe haber una mesa de partidos porque "todos hemos sufrido la violencia y el terrorismo durante muchos años y la paz es un objetivo común", una paz que "no tiene precio político, pero a la que, desde la política, podemos ayudar para que sea una realidad", concluyó Imaz.