El juez del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco encargado de investigar los supuestos malos tratos que recibieron Igor Portu y Mattin Sarasola --acusados de pertenecer al comando especial de ETA que voló la T-4-- tras su detención ha confirmado la imputación de 15 guardias civiles. El juez considera en un auto que se hizo público ayer que hay "indicios de posible comisión de varios delitos de torturas y lesiones", y por tanto, continúa con las diligencias. Entre los imputados se encuentra el director de la operación policial.

Sin embargo, el dirigente de ETA Garikoitz Aspiazu, Txeroki , tenía una carta en su ordenador, según publicó La Razón , en la que se jactaba de que "lo relacionado con las torturas falsas sufridas por Igor en manos del enemigo está en buen camino". "Esta es la estrategia que hay que seguir en las caídas, siempre", añadía. El documento ha sido remitido por Francia a la Audiencia Nacional.

No es la primera vez que las fuerzas de seguridad se incautan de documentos en los que se pone de manifiesto que ETA recurre a denunciar malos tratos para intentar ganar adeptos ante la supuesta represión del Estado español. Sin embargo, en los últimos años ninguna acusación ha llegado a juicio. En el 2002 se celebraron las tres últimas vistas y las sentencias fueron favorables a los cuerpos policiales. Por otra parte, según Gara , desde el año 1980 no llegan a 40 los agentes condenados por maltratar a los integrantes de ETA. En este caso, la declaración de Portu cobró especial credibilidad porque fue ingresado con una costilla rota y numerosas contusiones tras su captura, junto a Sarasola, en enero del 2008.

DENUNCIA DE TORTURAS Portu declaró al juez que fue golpeado por guardias civiles desde que lo capturaron hasta que lo llevaron a los registros. También Sarasola denunció torturas parecidas.

Sin embargo, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, defendió la actuación del instituto armado al asegurar que las heridas de Portu eran consecuencia de las maniobras de "sujeción" para abortar su intento de huida.