Los atentados del 11 de marzo, que costaron la vida a 190 personas, entre ellas una mujer en avanzado estado de gestación, e hirieron a más de 2.000, supondrán una elevada factura económica, cuyo principal reflejo serán las indemnizaciones a las víctimas y a sus familias.

Los familiares de cada fallecido recibirán de la Administración al menos 209.213 euros, con lo que el pago total por este concepto superará los cuarenta millones --el Gobierno acordó al día siguiente de los atentados usar 140 millones del Fondo de Contingencia para comenzar los pagos de inmediato--, pero los bancos y cajas han donado casi 11 millones más.

En cuanto a los daños materiales, lo más caro será sustituir los vagones donde explotaron las bombas, que deberán ser desguazados, coste que asumirá RENFE y que, según los primeros cálculos, ascenderá a cerca de diez millones de euros.

REPARACION La reparación de las instalaciones ferroviarias será abonada por el Consorcio de Compensación de Seguros (responsable del pago de los daños materiales asegurados por atentado terrorista), pero su coste no está aún cuantificado.

De los 209.213 euros de indemnización por fallecimiento, el Ministerio del Interior pagará 138.232, en cumplimiento de la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo.

El seguro de viajeros incluido en los billetes de RENFE da derecho a otros 50.485 euros por fallecido, que pagará el Consorcio de Compensación de Seguros, y la Comunidad de Madrid abonará 21.869 euros más.

Esa Ley establece, asimismo, compensaciones a quienes queden inválidos, desde 390.657 euros para los afectados de gran invalidez, 96.161 euros por incapacidad permanente absoluta, 48.080 euros por incapacidad permanente total.