La calle volvió a reaccionar. Hubo, por ejemplo, una concentración a las puertas del consistorio barcelonés, pero la protesta más numerosa se dio en el parque de la Ciutadella, donde se dieron cita unas 20.000 personas. Entre la decenas de cánticos, la demanda de una huelga general como respuesta a la «represión», palabra usada por todos los oradores, del Gobierno central. De momento hay reserva de huelga entre el 5 y el 9 de noviembre.

El respetable se desahogó con cánticos contra el Estado, la justicia, «las fuerzas de ocupación» y, por primera vez, al menos con tamaña vehemencia, gritaron contra el supuesto dontancredismo de la Unión Europea. «Shame on you» (¡Qué vergüenza!).

Otra diana de los lemas de la manifestación fue el llamado bloque del 155, es decir, los partidos que apoyaron las medidas a aplicar sobre el autogobierno catalán, el PP, el PSOE y Ciudadanos. Especialmente decibélicos fueron los silbidos a los socialistas catalanes, por haber secundado la iniciativa de Mariano Rajoy.

Hablaron los representantes de los partidos políticos y los portavoces de Òmnium Cultural y la ANC porque, recordemos, sus presidentes se hallan, también, encarcelados en Soto del Real de manera preventiva. Así, Marcel Mauri y Agustí Alcoberro desvelaron que se harán una serie de movilizaciones que culminarán el próximo 12 de noviembre «en la mayor manifestación que hemos hecho nunca», sin duda todo un reto que pondrá a prueba la movilización independentista.

El más aclamado de los oradores fue el líder de Podem Catalunya, Albano Dante Fachin, en plena tribulación interna tras la aplicación de Pablo Iglesias de un particular artículo 155 contra el líder catalán. «Esto lo cambia todo», clamó Fachin. «Desde hoy y hasta el 21-D hay que hacer temblar los cimientos de este Estado», afirmó antes de sentenciar, quién sabe como mensaje al propio Iglesias: «Aquel que anteponga los intereses electorales a la defensa de la democracia no estará al nivel de los ciudadanos»».

Elisenda Alamany, la portavoz de Catalunya en Comú, también tomó la palabra. Y lanzo un dardo contra el PSC, momento en que se redoblaron las consignas contra los socialistas: «Si creyeron que con su apoyo (a Rajoy) podrían garantizar la proporcionalidad en la aplicación de las medidas restrictivas al Govern, se han equivocado».