Un informe forense manipulado y una juez con crisis de ansiedad. Graves complicaciones se ciernen sobre la investigación judicial por la muerte de Juan Martínez Galdeano en el cuartel de la Guardia Civil de Roquetas de Mar (Almería) tras ser reducido de forma violenta, el pasado 24 de julio.

El fiscal jefe de Almería, Juan Manuel de Oña, decidió anoche abrir una investigación para averiguar por qué el segundo informe forense sobre las causas de la muerte del detenido se repartió desde el juzgado a las partes con supresiones y quién lo hizo.

La cadena SER cotejó el informe entregado a defensas y acusación particular y el que había entrado en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Roquetas de Mar procedente del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. En el primero faltan cinco párrafos, que son fundamentales para sacar conclusiones sobre las posibles causas de la muerte.

Del informe incompleto se extrae la idea de que la rotura de esternón del detenido, causa de la asfixia que lo mató, pudo producirse por el masaje cardiaco de reanimación. Esta versión es la que favorece a los agentes imputados, que siempre han negado que ellos le provocaran la lesión fatal.

MATICES POCO FAVORABLES Sin embargo, los cinco párrafos suprimidos son los que aportan los matices menos favorables a los agentes implicados. Estos párrafos explican que, para romper el esternón de un hombre joven de la complexión del fallecido, hace falta "una fuerza de gran magnitud" y, sin embargo, el masaje cardiaco "fue breve". Esta parte del informe que no tienen los abogados añade que la hemorragia detectada delata "vitalidad"; es decir, que Galdeano estaba vivo cuando le partieron el esternón o "en momentos muy cercanos a la muerte".

La versión oficial de esta disfunción facilitada por el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía fue que el informe había llegado completo al juzgado y se había producido "un error" al hacer las fotocopias. Una versión en la que coincidieron, casi en tiempo real, con fuentes del Gobierno y con la defensa.

Sin embargo, al observar el folio incompleto con detenimiento, se constata que el mecanismo de ocultación ha sido tan precario como colocar una hoja en blanco para tapar los párrafos que se pretendían omitir con premeditación. Algunas letras de la última línea no omitida aparecen por ello incompletas.

La confusión y la alarma fueron tales durante el día de ayer que el fiscal jefe de Almería, Juan de Oña, acudió personalmente a media tarde a los juzgados de Roquetas de Mar para tomar cartas en el asunto.

ATAQUE NERVIOSO Mientras tanto, el vocal del Poder Judicial José Luis Requero informó que la juez del caso, Estefanía López, había acudido al Hospital de Poniente, en la localidad de El Ejido, para ser tratada de una "crisis de ansiedad".

Tras ser atendida, la magistrada abandonó el centro hospitalario y se incorporó a su trabajo en los juzgados de Roquetas de Mar, según la cadena SER. Fuentes judiciales explicaron que la magistrada acusó el fuerte estado de "presión" al que ha estado sometida desde el inicio de la instrucción judicial del caso.