El carguero "Marine I", con cerca de 400 inmigrantes de origen asiático y africano a bordo, continúa fondeado en alta mar, en el límite de las aguas jurisdiccionales de Mauritania, a la espera de que este país conceda permiso para que el buque sea remolcado al puerto de Nuadibú.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación aseguraron hoy a Efe que la situación del barco es la misma que ayer por la mañana, antes de que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunciara después del Consejo de Ministros que el Ejecutivo había alcanzado un acuerdo diplomático con Mauritania.

Las mismas fuentes rehusaron especificar qué tipo de gestiones diplomáticas se siguen realizando para conseguir finalmente que el Gobierno mauritano acepte que el carguero atraque en Nuadibú.

Los inmigrantes esperan desde hace una semana una solución al conflicto a bordo de este buque, fondeado a unas quince millas de la costa africana, tras dos meses de viaje por alta mar.

Según fuentes de Cruz Roja, en el carguero se encuentran 372 personas: 305 de ellas de Cachemira y el resto de Costa de Marfil, Birmania, Sierra Leona, Sri Lanka y Liberia.

El buque, averiado desde el domingo, tenía que ser remolcado a puerto gracias a las negociaciones emprendidas por el Gobierno español para que el país africano levantara la prohibición que impedía su retorno, pero, de momento, continúa en el mismo lugar.

María Teresa Fernández de la Vega explicó ayer que cuando la nave llegue a tierra se procederá inmediatamente al desembarco de estas personas, que fracasaron en su intento de arribar al litoral de las Islas Canarias.