El Ministerio del Interior empezó a tramitar ayer la petición de asilo político de 20 saharauis que llegaron en patera a la isla canaria de Fuerteventura el pasado miércoles.

Según fuentes diplomáticas, algunos de los inmigrantes estuvieron viviendo en el campamento de protesta de El Aaiún, que el Gobierno de Marruecos desmanteló con extrema dureza el pasado 7 de noviembre. El asalto de las fuerzas de seguridad marroquís se saldó con la muerte de 11 militares y dos civiles. La concesión de asilo político puede volver a tensar las relaciones entre Madrid y Rabat, recientemente dañadas por la operación y represión militar en el campamento saharaui y el veto a la prensa española.

El vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue el encargado de informar sobre la gestión de las peticiones, que, quiso puntualizar, se tramitarán "de acuerdo con la ley". Rubalcaba explicó que no todos los ocupantes de la embarcación han solicitado asilo.

ALGUNOS HUIDOS Cuando la patera llegó a tierra, y mientras varios saharauis mostraban su alegría por haber alcanzado España, agentes de la policía nacional intentaron detener a todos los ocupantes, aunque sin éxito. Los arrestados se encuentran actualmente en el Centro de Internamiento de Extranjeros de El Matorral.

El alcalde de Puerto del Rosario (Fuerteventura), Marcial Morales, declaró a Efe que espera que la llegada de esa patera y de alguna otra que ha arribado a Lanzarote sea "un hecho excepcional" y que Rabat "no vuelva a abrir la mano" para la inmigración desde sus costas.

El edil de la capital de Fuerteventura dijo que confía en que sigan siendo efectivas las medidas que se han tomado desde la administración central para evitar el "tráfico de personas" y que ha permitido reducir las llegadas de inmigrantes a Canarias. Morales señaló que el centro de El Matorral estaba vacío hasta esta llegada y solo se mantenía abierto en previsión.