La policía científica comenzó ayer a analizar las primeras muestras procedentes de la furgoneta bomba para determinar qué explosivo y qué cantidad utilizó ETA para atentar en Barajas. Asimismo se ha localizado el lugar en el que podrían estar los vehículos de los dos desaparecidos --Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate--, pero las posibilidades de encontrarlos con vida son "muy, muy remotas", según reconoció el director general de Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida.

El director de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid, Alfonso del Alamo, también aseguró que será difícil encontrar los cuerpos a causa del desplome de las cuatro plantas y de la deflagración, que generó temperaturas superiores a los 1.000 grados, lo que podría haber volatilizado cualquier resto.

El ministros del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló que ya se han retirado 2.000 toneladas de escombro. Sobre la investigación, el ministro señaló que la policía sigue analizando los vídeos de las cámaras instaladas en el aeropuerto para obtener pistas sobre quienes colocaron la bomba.

Fuentes policiales precisaron que Interior no informará sobre el explosivo empleado hasta que la policía científica no esté segura, para evitar las especulaciones que se produjeron tras el 11-M.