El Ministerio del Interior ha trasladado a la presa etarra Idoia López Riaño, La Tigresa, considerada una de las más sanguinarias en la historia de ETA, a la prisión de Nanclares de Oca, en Álava.

Fuentes penitenciarias han precisado que La Tigresa -también conocida dentro de la banda terrorista por Margarita y antes por la Muelle- se encuentra en este centro penitenciario desde hace un mes, después de que firmara un escrito en el que se desmarcaba de la organización terrorista. De la prisión granadina de Albolote la etarra pasó a la cárcel de A Lama, en Pontevedra, y desde esta a Nanclares de Oca.

López Riaño está implicada en 23 asesinatos cometidos por la banda terrorista desde principios de los ochenta hasta su detención en 1994. La Tigresa, que se encuentra en prisión en España desde que fue extraditada por Francia el 9 de mayo de 2001, ha recibido desde entonces varias sentencias condenatorias, entre ellas una de 1.572 años de prisión por el atentado perpetrado en 1986 por el 'comando Madrid' de ETA en la plaza de la República Dominicana, en el que murieron 12 guardias civiles.

Según las fuentes consultadas, en la cárcel alavesa permanecen solo los presos que han mostrado su desacuerdo con ETA. En este contexto, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba afirmó hace unos días que en Nanclares "no hay presos de ETA" mientras que ayer defendió que la política penitenciaria cumple "estrictamente" con la Ley.

El 10 de diciembre del 2008, día en que se publicó la noticia de que Interior había comenzado a acercar presos a cárceles del País Vasco, el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba reconoció que se habían producido acercamientos, pero también habló de "alejamientos". "Eso explica un poco mejor la política penitenciaria", añadió.

La sanguinaria terrorista, de 46 años, ha estado recluida también en la prisión valenciana de Picassent, donde contrajo matrimonio con el terrorista Juan Ramón Rojo González.

CRÍTICAS DEL PP AL ACERCAMIENTO

El PP vasco ha advertido de que el traslado de López de Riaño a Nanclares de la Oca "ofende la memoria de las víctimas del terrorismo" y ha criticado que "el premio a la terrorista más sanguinaria de ETA es un error que el Gobierno no debe repetir en el futuro". El parlamentario popular Carlos Urquijo ha criticado la decisión del Ministerio de Interior: "No nos consta ni arrepentimiento, ni perdón, ni indemnización a las víctimas".

"Estos presuntos arrepentimientos en cadena son una tomadura de pelo, solo pretenden la obtención de beneficios penitenciarios. Ni se ha pedido perdón ni existe arrepentimiento, y mucho menos están pagando la responsabilidad civil que les corresponde", ha censurado.

El parlamentario popular ha recordado que recientemente acudió, junto a los miembros de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco y entre ellos su presidenta Mari Mar Blanco, a visitar la cárcel de Nanclares. "Allí -ha explicado- se encontraban varios presos ensayando una obra de teatro y entre ellos, los etarras José Luis Urrusolo Sistiaga y su compañera Carmen Guisasola". Según ha asegurado, "en ningún momento se acercaron a Mari Mar Blanco a pedir perdón. No hubo ni una mirada, ni un gesto, a pesar de que podía haber sido un momento perfecto para mostrar su arrepentimiento y pedir perdón".