Los malos presagios se han confirmado. Las fuerzas de seguridad españolas han constatado en las últimas semanas el regreso a Cataluña de "una veintena de muyahidines" paquistanís y marroquís que han recibido entrenamiento terrorista en las zonas tribales de Pakistán o que han luchado en Irak y Afganistán y, en menor medida, en el Líbano. Por su sola presencia, estos radicales representan un importante peligro para la seguridad interior, pues pueden formar células nuevas y organizar atentados en territorio catalán.

La llegada de los radicales a Cataluña y las nuevas amenazas de Al Qaeda contra España han llevado a las fuerzas de seguridad a extremar la vigilancia, pese a que aseguran no disponer de informaciones concretas.

Según los distintos cuerpos policiales y de información, los radicales que han regresado son, en su mayoría, paquistanís que vivían en Barcelona y su entorno. En Pakistán recibieron formación terrorista. Después del entrenamiento, la organización decide el futuro de los jóvenes. Muchos son destinados a combatir en Afganistán o en Cachemira, pero a otros se les ha ordenado que regresen a España y a otros países europeos. Entre estos últimos se encuentran también excombatientes que han luchado en primera línea en Afganistán junto con los talibanes contra el ejército afgano y las fuerzas de la OTAN.

Las fuerzas de seguridad tienen también noticia de la llegada de estos islamistas, aunque en menor número que en Cataluña, a La Rioja. Pese a que la mayoría vivía en España, las fuerzas de seguridad han detectado la llegada de muyahidines paquistanís que nunca habían estado aquí pero que han decidido refugiarse por la existencia de una potente red de acogida.

Pero ellos no son los únicos. Las fuerzas de seguridad están también en alerta por el regreso de jóvenes magrebís, sobre todo marroquís, reclutados en España y que, tras combatir en Irak, han recibido la orden de regresar a territorio español. Entre ellos también hay jóvenes marroquís reclutados en Marruecos pero que, tras su paso por Irak, no pueden regresar a su país y han optado por instalarse en España. Este fenómeno está ocurriendo en países europeos, sobre todo en Francia y Gran Bretaña.

AURA DE HEROES Un agente de la lucha antiterrorista resalta el peligro que supone el regreso de esos radicales: "Son algo más que radicales. Unos han recibido entrenamiento en guerrilla urbana y en fabricación de explosivos. Otros han combatido en Cachemira o Afganistán, lo que les da una experiencia militar y un aura de héroes ante los jóvenes que viven aquí". Un responsable antiterrorista de un cuerpo policial distinto señala que "cada uno de esos activistas puede formar una nueva célula".

Fuentes diplomáticas occidentales señalaron que "los muyahidines que regresan pueden hacer pasar a la acción a radicales que estaban aquí pero que no sabían cómo ni dónde atentar". Esta amenaza es de tal calibre que diversos cuerpos de seguridad han reestructurado sus equipos dedicados al terrorismo islamista, ya que algunos servicios policiales y de inteligencia no han conseguido penetrar en el colectivo paquistaní.

La elección de España como refugio obedece, según fuentes policiales, a que los extremistas creen que están más a salvo de posibles detenciones: "El marco legal para combatir el terrorismo es en España mucho más indulgente que en países como Gran Bretaña y Francia".