El embajador de Israel, Raphael Schutz, ha mostrado su "preocupación" al ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, porque el Código Penal deje de considerar delito la negación del Holocausto. Schutz teme que España se convierta en un centro de difusión de las tesis revisionistas que niegan la existencia del exterminio judío.

El Tribunal Constitucional publicó el viernes una sentencia, a raíz del caso de Pedro Varela, el dueño de la Librería Europa de Barcelona, en la que establece que la negación del genocidio está amparada por el derecho a la libertad de expresión y mantiene el castigo por la justificación del Holocausto.

El embajador israelí se reunió el martes con Bermejo, y el encuentro --previsto desde hace semanas con el objetivo de que Schutz, nuevo en el cargo, se presentara-- se centró en los nuevos límites que ha establecido el Constitucional. Fuentes de Justicia confirmaron que el ministro abordó este asunto, pero no explicaron su posición.

El que sí se ha manifestado sobre la polémica ha sido el ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos. Lo hizo la semana pasada, durante una cena de la Federación de Comunidades Judías de España, donde el presidente de esa organización, Jacobo Israel Garzón, declaró que la "libertad tiene que servir para la convivencia pacífica y no para la infiltración del odio".

Posteriormente, Moratinos dijo en su discurso que el Gobierno estudiará, "respetando el Estado de derecho", cómo la sentencia del Constitucional "puede ser objeto de modificación".