Disputar la concentración del "voto últil" al PSOE y contribuir a liquidar la mayoría absoluta del PP son los dos ejes de la estrategia electoral de Izquierda Unida, ratificada ayer por su consejo político. El máximo órgano entre asambleas también dio el visto bueno al programa y a las listas electorales, y ratificó la nueva dirección formada por Gaspar Llamazares tras la séptima asamblea, con la incorporación de Ramón Luque en política autonómica.

Si el cabeza de cartel electoral, Llamazares, dejó claro que IU no entrará en "la subasta por el centro" que se traen el PP y el PSOE --dijo que "hay overbooking en el centro y no cabe un alfiler"--, el candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, dio el paso de "vincular" las generales con las andaluzas.

"El PSOE", dijo Valderas, "ha dado el giro al centro, pero hay que hacerle saber que Manuel Chaves no va a poder gobernar sin el apoyo de IU y sin el compromiso de un cambio de verdad". Llamazares recogió el mensaje y anotó el del dirigente vasco Javier Madrazo, quien defendió un gobierno progresista con apoyo de los nacionalistas moderados. Como dato relevante de lo que IU ha podido hacer en el Gobierno vasco, Madrazo dijo que la construcción de viviendas sociales ha subido un 300%.

Corriente Roja y Candidatura Unitaria de Trabajadores obligaron a Llamazares a someter a votación la política de pactos. "Alianzas estratégicas con la izquierda política y tácticas con el PSOE, previo acuerdo del consejo y, si es necesario, de toda la organización", resumió Llamazares. Sólo hubo dos votos en contra y 15 abstenciones.