Con las espadas en alto y cartas en la manga por parte de todas las fuerzas políticas, se inicia esta tarde en la Comunidad de Madrid el debate de investidura del socialista Rafael Simancas. Dirigentes de su partido, el PSOE, y toda Izquierda Unida (IU) le presionan para que acepte ser presidente y forme gobierno, aunque sea con los votos de los dos tránsfugas, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez.

Simancas se resiste a esta eventualidad y mantiene su rechazo a dar pasos más allá de presentarse a la investidura. IU, que le apoyará en la votación del sábado, en la que se necesita mayoría absoluta, anunció ayer que puede retirarle la confianza en la segunda votación de la próxima semana, en la que sólo es necesaria la mayoría relativa, si el candidato del PSOE convierte la investidura en una ficción.

VOTOS LEGITIMOS

En distintos sectores socialistas y en toda IU se defiende la tesis de que los votos que Tamayo y Sáez obtuvieron en las elecciones del 25-M son del PSOE y, por tanto, legítimos para gobernar. Pero el compromiso público de Simancas de evitar ser elegido con el apoyo de los dos traidores deja poco margen de maniobra.

El aviso dado por IU de un posible "cambio de escenario" tiene por objetivo alertar sobre cualquier subterfugio de los socialistas para contrarrestar los dos votos desleales y conseguir una investidura fallida.

Las maniobras pasan desde que el propio Simancas no se vote a sí mismo, o que no lo haga algún compañero de grupo. De esa forma no se alcanzaría ni la mayoría relativa necesaria en la segunda votación.

OTRA INVESTIDURA

En la Federación Socialista Madrileña (FSM) no se descarta que, de fallar ésta, Simancas afronte una segunda investidura dentro de los dos meses siguientes. Los socialistas confían en que en ese tiempo salga a la luz la trama político-inmobiliaria con la investigación de la Asamblea regional y la que realicen los jueces, y que Tamayo y Sáez renuncien a sus escaños por no resistir la presión social y política.

Si la situación cambiara en este sentido, los socialistas irían a una nueva investidura. Y si no, el objetivo de mantener los plazos reglamentarios, a los que se oponía el PP, se habrá cumplido.

Tanto si hay segunda investidura como nuevas elecciones, Simancas seguirá siendo el candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Fuentes de la FSM reconocieron que la nueva lista electoral socialista tendría que pasar por controles más estrictos que impidan la incorporación de personas que puedan repetir la deslealtad de Tamayo y Sáez.

La dirigente del PP, Esperanza Aguirre, vaticinó que Simancas, "será investido, gobernará y no convocará elecciones". También expresó su certeza de que el PSOE pactará con los traidores para que voten a Simancas.