La izquierda aberzale se manifestó ayer sin incidentes por las calles de San Sebastián para reclamar el acercamiento de los presos de ETA a Euskadi. Los miles de participantes, entre los que se encontraban los dirigentes Arnaldo Otegi y Rufino Etxeberria, acataron escrupulosamente las exigencias del Departamento de Interior del Gobierno vasco, que había autorizado la protesta con la condición de que no se mostraran fotografías de miembros de la banda terrorista encarcelados.

Durante el verano, el Ejecutivo de Vitoria se ha mostrado inflexible con los actos organizados por la izquierda aberzale, prohibiendo todo aquel que tuviera relación con el entorno etarra. Sin embargo, la movilización que se celebró ayer fue autorizada expresamente, pese a que estaba convocada por Etxerat, la asociación de familiares de presos de ETA.

El permiso contenía una parte de examen, ya que Interior puso condiciones que debían ser cumplidas para que la Ertzaintza tolerara la marcha. Y todas sus exigencias fueron obedecidas por los manifestantes, que desfilaron en silencio por las calles de San Sebastián. No hubo fotos de presos, rompiendo el esquema de movilización que Etxerat utiliza desde hace más de 10 años. Tampoco hubo carteles en favor de los reclusos, ni de organizaciones políticas ilegalizadas. La pancarta que abría la protesta se limitaba a demandar el acercamiento de los presos al País Vasco y el respeto de sus derechos.

SIN INCIDENTES La marcha terminó en el Boulevard donostiarra también en silencio y sin el menor altercado, lo que probó que la izquierda aberzale buscaba ayer una demostración de su capacidad de movilización, aunque para ello tuviera que plegarse a las exigencias del Ejecutivo de Patxi López. Las imágenes habituales del verano han sido las cargas policiales y las detenciones de manifestantes, por lo que necesitaban aprobar el examen que les había puesto el Departamento de Interior. Era la única opción de llevar a la calle alguna de sus demandas y obtener la fotografía de una movilización multitudinaria, la primera que ha conseguido el entorno aberzale en muchos meses.

La Ertzaintza custodió la marcha con un fuerte despliegue, sin llegar a intervenir salvo para retirar algunas fotos de presos de las calles por las que transcurrió el acto. También será necesaria la vigilancia policial hoy en las calles de San Sebastián, donde la izquierda aberzale celebra todos los años una marcha coincidiendo con las regatas de traineras de La Concha. En esta ocasión, el tradicional acto ha sido prohibido por Interior, por lo que existe riesgo de que se produzcan incidentes violentos.