El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dejó ayer por el camino uno de los dosieres que su ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, más ha mimado en los dos últimos años: Cuba. Si para el jefe de la diplomacia el acercamiento de la UE a La Habana tenía que ser una de las prioridades del semestre, Zapatero considera que el futuro de la isla "es importante para España, pero no es una prioridad para la UE".

Con esta decisión, Zapatero se evita un choque con algunos socios europeos, reacios a tender la mano a Cuba hasta que no haya avances democráticos. El presidente español argumentó que, en política exterior, los Veintisiete tienen asuntos más relevantes que abordar y citó el cambio climático y las cumbres con Rusia y EEUU. "Tenemos que dedicarle el tiempo que se merece a Cuba", afirmó.

Preguntado por su posición ante el futuro de la isla, el presidente permanente, Herman van Rompuy, dijo: "Llevo desde el lunes en el cargo y no he tenido tiempo de pensar en Cuba".