"Arrojemos al olvido a los que promovieron esa tragedia", dijo ayer en el Congreso el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sobre la guerra civil y la dictadura. En la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara baja, Zapatero se congratuló de que "cada vez se recuerde más a las víctimas y se olvide al dictador". Estas tesis en favor del olvido han resquebrajado el difícil acuerdo político que dio luz verde a la ley de memoria histórica. La mayoría de grupos, a excepción del PP, le reprochan al presidente que esté rebajando notablemente la ambiciosa aplicación que él mismo fijó respecto a una norma aprobada hace menos de un año en el Parlamento. Una ley que ayer Zapatero se comprometió a desplegar, pese a que "tiene trámites de aplicación complejos".

El portavoz de IU-ICV, Joan Herrera, dio por roto su compromiso con el Gobierno en torno a la ley. Y Gaspar Llamazares (IU) acusó al presidente de favorecer "la memoria de la impunidad". Para Joan Tardà, de ERC, esto demuestra que la iniciativa se quedó corta en su día, porque el PSOE no tiene voluntad política real de restituir a las víctimas. El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, constató la actitud "tibia y timorata" del Ejecutivo a la hora de desplegar el proyecto. Y el convergente Jordi Xuclà le reprochó a Zapatero "una gran contradicción entre la superioridad moral que destilaba la ley inicialmente y la evolución pendular hacia una actitud de olvido" de la que el diputado nacionalista catalán también discrepó.

Es más, en las filas socialistas también hay posiciones críticas contra las tesis del presidente en favor de pasar página. Una idea que Zapatero ya ensayó hace una semana cuando expresó su satisfacción porque, en su opinión, la mayoría de los españoles ya no se acuerdan de que el 20-N es la fecha de la muerte del general Franco.

EL APLAUSO DE LOS POPULARES Solo el PP saludó positivamente estos discursos de Zapatero. El diputado popular Jorge Fernández Díaz afirmó que el presidente "será bienvenido si rectifica" e interpretó que el Gobierno "se ha dado cuenta de que la ley se le puede volver en contra porque genera un ambiente de discordia, crispación y división".