"Lo de Miguel fue una pregunta, no una acusación. Y los alcaldes tienen que responder a las preguntas". Así de rotundo fue ayer Zapatero cuando se le preguntó si apoyaba a su exasesor económico, que el pasado miércoles, en un debate en TVE, emplazó al alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, a explicar su "relación" con una abogada implicada en el caso Malaya. El presidente reveló que no conocía de antemano el golpe de efecto de Sebastián, pero negó que al alcaldable socialista le mueva un interés por la vida privada de su rival. No obstante, Zapatero declaró que los "temas personales deben quedar siempre fuera del debate político".