El comisario general de policía científica, Miguel Ángel Rancaño Santano, que el 11 de marzo era jefe de la Brigada Provincial de Policía Científica de Madrid, ha afirmado creer haber leído, entre los documentos de la comisaría general que ha revisado para declarar ante el Congreso, que en la mañana del día 12 de marzo se entregó la tarjeta telefónica hallada en la mochila de la comisaría de Vallecas a los especialistas policiales en terrorismo islámico para que la examinaran. La mochila bomba de Vallecas fue desactivada en la noche del 11 al 12 de marzo, pero según el responsable de la unidad central de información exterior, encargada del terrorismo islámico, no asumió la investigación relativa a los atentados hasta el mediodía del sábado 13.La afirmación de Santano ha llevado al portavoz socialista, José Luis Rascón, a dejar de interrogarle y a solicitar el documento que el comisario general decía haber leído para que la comisión de investigación pueda comprobar el día concreto en el que las averiguaciones fueron transferidas a los expertos en terrorismo islámico. Traslado de la furgonetaEn cuanto al traslado de la furgoneta localizada en las inmediaciones de la estación de Alcalá de Henares al complejo policial de Canillas, Santano ha explicado que cumplía el protocolo policial correspondiente, ya que todo lo relacionado con terrorismo corresponde a la comisaría general de policía científica y no a la brigada provincial que él dirigía entonces. Ante la comisión del 11-M del Congreso de los Diputados, Santano ha explicado que a las 14.10 horas del 11 de marzo recibió una llamada del comisario jefe de Alcalá de Henares, Eduardo Blanco, en la que le decía que por orden del comisario de la brigada de información se iba a llevar el vehículo a las dependencias de la Brigada Provincial, en Moratalaz. Guías caninosSantano cree recordar que preguntó al comisario Blanco qué inspección se había realizado a la furgoneta, porque "por su experiencia" sabe que trasladar un vehículo sospechoso puede ser peligroso. El comisario alcalaíno dijo que había sido examinada por guías caninos. En el acta de la citada comisaría local consta que "ante la imposibilidad de que asista el equipo Tedax" se procedió a revisar el vehículo por perros. Un par de minutos más tarde recibió dos llamadas en las que se le indicó que por orden del comisario general de policía científica la furgoneta debía ser trasladada a Canillas, por lo que telefoneó a Alcalá para señalarlo. Inspecciones en la calle no habitualesTras señalar que él nunca llegó a ver la furgoneta, ha explicado que no es habitual que la policía científica haga inspecciones en la calle y que si un objeto se mira en un sitio y luego va a ser examinado en otro se podrían destruir pruebas. Según el acta que ha podido leer al respecto por sus nuevas responsabilidades, como comisario general de policía científica, la furgoneta salió de Alcalá a las 14.15 horas y llegó a Canillas a las 15.30.Los agentes de la brigada provincial colaboraron desde un primer momento con las labores que se realizaron en la estación de Atocha y después, en la morgue que se instaló en Ifema, en la identificación dactilar de fallecidos y de sus objetos personales. Agregó que a las 2.45 o las 3.00 del día 12 un funcionario le informó de que se había encontrado una mochila-bomba en la comisaría de Puente de Vallecas, aunque el hallazgo no entraba dentro de sus competencias.Asimismo, ha confirmado que la comisaría general de policía, entre los días 11 y 14, trabajó con dos retratos robots de posibles sospechosos. En ellos constaba que se trataba de dos varones de tez morena y en uno de ellos se precisaba incluso que "posiblemente árabe". Al ser preguntado al respecto ha dicho que "son datos significativos", pero que sólo los ha conocido por haber revisado posteriormente los documentos existentes en la comisaría general.