El jefe de la Policía Local, Rafael del Pozo, conocía las numerosas actividades delictivas que se imputan al cerebro de la trama de Marbella, Juan Antonio Roca "y no hizo nada para evitarlas". Además, tenía en su poder tres pistolas sin documentación y número de serie borrado, regaladas en su momento a Jesús Gil. Aunque Del Pozo no quiso desvelar los cargos imputados, el fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas, dijo ayer que se le acusa de tenencia ilícita de armas, tráfico de influencias, dos delitos de encubrimiento y uno de omisión del deber de perseguir el delito. Tras su declaración, el juez Miguel Angel Torres ha paralizado el servicio de grúa en Marbella por posibles irregularidades en la concesión.

Salinas visitó ayer los juzgados de Marbella y, tras desvincular la operación Malaya de la Ballena Blanca (contra el crimen organizado), dijo que "ahora viene el trabajo más duro". El abogado Javier Gómez de Liaño ha anunciado que impugnará la investigación al estar el juez en comisión de servicio, pero el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía sostiene que Torres tiene jurisdicción para instruir el sumario.

Salinas explicó que el caso sigue abierto y no se descartan nuevas detenciones. Está previsto que en los próximos días declaren medio centenar de funcionarios de Urbanismo. El Gobierno local ofrece "máxima colaboración" para un "traspaso de poderes ordenado" cuando se cree la gestora.