La jueza Miriam de Rosa Palacio, que investiga la operación urbanística para construir el hotel del Palau de la Música de Barcelona, detuvo ayer súbitamente el tenso interrogatorio que el fiscal de delitos urbanísticos, Antoni Pelegrín, estaba sometiendo al actual gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, Ramón Massaguer. La magistrada recordó a la acusación pública que el alto cargo municipal comparecía como testigo y que las preguntas eran más propias de otra condición, es decir, la de imputando.

El fiscal paró y no continuó. Fuentes judiciales aseguraron que la jueza ha dejado a un paso de la imputación a Massaguer. Puede hacerlo de oficio o ante una petición de la fiscalía.

"La declaración de Massaguer ha terminado precipitadamente", explicaron fuentes judiciales. Solo duró 20 minutos y el fiscal se guardo las preguntas. Y lo hizo porque la jueza paró su interrogatorio para recordarle que el gerente de Urbanismo era testigo (no iba con abogado y tenía la obligación de decir la verdad) y no como imputado. "Mejor dejarlo ahí", alegó la jueza, el fiscal calló y tomó la palabra la defensa de Fèlix Millet y Jordi Montull (ayer pidieron la libertad).