El ex presidente de los EEUU Jimmy Carter, Premio Nobel de la Paz, aseguró hoy que la fundación que lleva su nombre está dispuesta a mediar entre el Gobierno español y ETA si se lo piden, pero subrayó que prefiere que el conflicto sea resuelto "dentro de este país" y mediante conversaciones directas. "Mi esperanza y mi preferencia es que este tema sea resuelto dentro de este país, directamente entre el Gobierno de España y los miembros responsables de la comunidad vasca que estén buscando un cierto nivel de autonomía", señaló Carter, en una rueda de prensa previa a la conferencia prevista en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo sobre energía y pobreza.

El ex presidente demócrata (1977-1981) recordó que durante los años noventa el Centro Carter se reunió en la República Dominicana con dirigentes de ETA y ofreció al Gobierno español -entonces en manos del PP- su mediación para "negociar un posible acuerdo de paz". "Pero el Gobierno español de aquel momento pidió al Centro Carter que no se involucrara y entiendo la razón, porque querían hacer frente al problema por ellos mismos", añadió.

Carter deseó que el fin del terrorismo de ETA "sea posible a través de una negociación directa", aunque añadió que "siempre y cuando que las dos partes lo pidan, la mediación de un tercero sería posible". "Entonces el Centro Carter estaría dispuesto a participar. No lo estoy pidiendo. Creo que la primera opción debería ser conversaciones directas", precisó.

El ex presidente estadounidense también fue preguntado por la percepción que se tiene en el exterior sobre ETA, así como por su opinión sobre quienes definen al grupo terrorista vasco como "banda armada" o como "movimiento de liberación vasco". Carter respondió que "cualquier grupo disidente que recurra a la fórmula de la violencia, que dañe o mate a ciudadanos inocentes, comete un acto totalmente reprobable y debe ser condenado por completo".

Añadió que si, además, ese acto violento se hace en nombre de una religión, quienes lo protagonizan "distorsionan sus propias creencias" y los compromisos comunes que tienen todas las grandes religiones, sea el cristianismo, el islám, el hinduismo u otras, dijo. "Todas tienen una base en común, que tiene que ver con unos compromisos que se remontan muchos siglos y que se basan en los mismos principios, como la paz, servir al prójimo, la humildad o aplicar la justicia para aliviar el sufrimiento de los pobres", añadió Carter, para después subrayar que "aborrece" los extremismos.