Para evitar atentados, "más vale pecar por exceso que por defecto", declaró ayer Joan Saura, consejero de Interior del Gobierno catalán. "La decisión que tomó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es la que yo hubiera tomado".

El consejero agregó: "Que haya detonadores y balines es preocupante, y por lo tanto, independientemente del alcance de la operación, creo que se actuó correctamente y que, en estos casos, vale más pecar por exceso".

Un responsable de la Guardia Civil relacionado con la investigación de los catorce detenidos de Barcelona la semana pasada aseguró también a este diario que habrá más redadas como esta: "Tenemos que acostumbrarnos a las operaciones preventivas para evitar atentados".

¿Y los derechos? ¿Y la presunción de inocencia? "Hay que respetar siempre el marco legal, pero hay que actuar enseguida. La sociedad tiene que comprender que en estos casos no se puede hacer una instrucción convencional y reunir todas las pruebas, porque te puedes encontrar con 50 muertos encima de la mesa", asegura la misma fuente consultada.

El jefe de la Guardia Civil dice que tuvo seis horas para actuar. "El Centro Nacional de Inteligencia (CNI) nos alertó al mediodía, y por la noche ya registrábamos viviendas y mezquitas, y deteníamos a los sospechosos", recalca en otro momento de la conversación.

Lo habitual es que la Guardia Civil primero investigue y después actúe. Pero, esta vez, fue al revés. Tras los arrestos se comenzó a buscar pruebas. Contra reloj. ¿No se podía esperar?

El responsable de la Guardia Civil devuelve la pregunta: "Cuando el CNI te dice que los franceses alertan de que un grupo terrorista te va a poner una bomba en Barcelona, ¿qué haces? El mismo tiene la respuesta: "Lo primero es salvar vidas. Nos dijeron que un grupo que estábamos investigando disponía ya de explosivos y que iban a actuar de inmediato".

Endeblez del caso

Ahora, ya se plantean soltar, por falta de pruebas, a cuatro o cinco de los 14 detenidos. También es posible que el juez ponga en libertad a alguno más.

Sin embargo, el responsable de la Guardia Civil subraya: "Se actuó como hay que actuar. Si hay el más mínimo riesgo para la vida humana, hay que intervenir, aunque luego el juez los ponga en la calle. O hacemos esto o tendremos un disgusto", advierte.