Nos recibe en su despacho del Congreso rodeado de ramos de flores de felicitación por el nacimiento de su primer nieto. "Jordi o Jorge", nos dice. El abuelo José Bono (Salobre, Albacete, 1950) está radiante de felicidad, lo que no impide que se muerda la lengua en determinadas cuestiones para mantener el papel de árbitro imparcial que ahora desempeña. Aunque tiene una opinión muy determinada de lo que esta pasando en su partido.

--Acaba de cumplir 40 años de militancia en el PSOE, ¿cómo se imagina el socialismo dentro de 20 años?

--El socialismo no es un dogma, no se revela, no son mandamientos esculpidos en tablas de piedra. Más que dogmas, son principios que pueden cambiar. Así que el socialismo del futuro me lo imagino afirmando la radical igualdad de todos los seres humanos, la tolerancia y la transigencia. La intransigencia socialista se llamaba comunismo soviético.

--¿Y cómo se ve a usted dentro de unos años?

--Con el carnet en el bolsillo, procurando ser útil, por este orden, a mi país y mi partido. No tengo ningún deseo de aspirar a un cargo público, tengo colmadas mis aspiraciones.

--¿Qué análisis hace de la derrota socialista en las elecciones europeas del domingo pasado?

--Las europeas son unas elecciones muy sui generis, de las que no se pueden sacar conclusiones severas. Sería tan equivocada una euforia desmedida en el PP como un desánimo en el PSOE.

--¿Está de acuerdo con la táctica socialista de vincular al PP con la extrema derecha en un estilo, si nos lo permite, algo maniqueo?

--Siempre tengo tendencia al entendimiento y me llevo bien con todo el mundo. Me llevo bien con Joan Ridao, con Josu Erkoreka, con Joan Tardà, con Josep Antoni Duran Lleida y con Mariano Rajoy. Y creo que buscar el acuerdo y la buena relación es mucho más inteligente que el enfrentamiento.

--En Madrid y Valencia, dos comunidades autónomas donde el PP se ha visto salpicado por casos de corrupción, los conservadores han cosechado un gran resultado...

--Las elecciones no absuelven los pecados. Y las urnas van por un lado y los tribunales por otro. Esas han sido las reglas del juego. Los electores acuden a votar con una contundente tranquilidad, lo cual no significa que sean laxos respecto a los casos de corrupción, sino que suelen ir más despacio en su juicio.

--¿Cree que tras las elecciones, y a la vista de la magnitud de la crisis económica, deben venir tiempos de mayor colaboración entre Gobierno y PP?

--Me agradaría que se incrementase la colaboración, que se trabajara para facilitar el entendimiento entre todas las fuerzas. No soy de los que piensan que no debe incluirse al PP. Ni tampoco estoy en disposición de afirmar que los mejores son los de un bando, y los peores, del otro.

--¿Está de acuerdo con el expresidente Felipe González cuando afirma que el Ejecutivo debería hacer más para luchar contra la recesión?

--Si estuviese de acuerdo, no se lo diría. Y no quiero decir más.

--¿Existe demasiada adulación al líder en el PSOE?

--El líder actual está más alejado que cualquier antecesor suyo de planteamientos que favorecen la adulación. Pero en mi partido, para algunos la lealtad debe coincidir con la conformidad plena con cualquier planteamiento y la discrepancia viene a ser una manifestación de disidencia. Yo pertenezco a una cultura partidaria en la que hay que estar de acuerdo en lo esencial y en lo que se decide, pero la formación de la voluntad debe ser fruto de un proceso democrático y participativo. No basta con votar, es necesario dar opinión. A veces, es más leal dar una opinión, aunque sea una opinión crítica, que aplaudir siempre.

--¿Qué opina del hecho de que una adolescente de 16 años pueda abortar sin permiso de sus padres, según se recoge en la nueva ley del Gobierno?

--Tengo un criterio formado al respecto, un criterio además que no está tomado a la ligera, pero mi posición institucional me obliga a no interferir en lo que ya se ha anunciado, que es un proceso que se va a llevar con voluntad de acuerdo y entendimiento.

--¿Cree que debe restringirse la compatibilidad de las tareas de los diputados con sus ocupaciones profesionales?

--Me gusta lo que dice la Constitución al respecto: el cargo de diputado se ejercerá en dedicación absoluta.

--Bajo su presidencia no ha habido grandes trifulcas en el hemiciclo. ¿Cuál es el secreto?

--Quizá sea conveniente imitar a los buenos árbitros, que pasan desapercibidos. Y uso mucho el teléfono y las notitas para advertir a los que se exceden. Tengo buena relación con todos.

--¿Incluido Federico Trillo?

--Mi relación con Trillo es muy anterior a la que tengo con él como presidente del Congreso. Cuando no puedo hablar de un diputado en términos muy elogiosos, prefiero ser discreto.