La participación en la misión militar de la ONU destinada a estabilizar Haití "no está en el horizonte de las decisiones inmediatas", precisó ayer el ministro de Defensa, José Bono. Sin desmentir al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, quien la víspera prometió atender "con la máxima sensibilidad" las peticiones de Chile y Brasil para que España se sume a esta operación, Bono alertó de que la decisión aún va para largo.

El envío de militares españoles a Haití, país azotado por una virulenta guerra civil y por las recientes riadas, sólo tendrá lugar "si es preciso", según declaró Bono a la SER. El titular de Defensa aclaró que no se trata de una "decisión consumada", y recordó el compromiso del jefe del Ejecutivo de "escuchar el criterio del Parlamento" antes de acordar la participación en cualquier operación militar en el extranjero.

LA "DISPOSICION" ESPAÑOLA Las puntualizaciones de Bono no contradicen, aunque así lo parezca, los mensajes que sobre Haití ha trasladado Zapatero a los presidentes de Chile, Ricardo Lagos, y Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. A ambos les ha comunicado la "disposición" de España a estudiar su integración en la misión iberoamericana que, al amparo de la resolución 1542 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, está encargada de pacificar el país.

De sumarse finalmente a este operativo, España se limitaría a aportar una veintena de agentes de la Guardia Civil que se ocuparían de la seguridad ciudadana. Sería una misión muy similar a la que la Guardia Civil ya ha desempeñado en países latinoamericanos y africanos.

Por otra parte, Rodríguez Zapatero sentenció ayer que la Unión Europea (UE) y América Latina pueden convertirse en "una gran potencia" en defensa de la paz y la legalidad internacional. Así se expresó Zapatero al clausurar en Guadalajara (México) la 3 cumbre de la UE, América Latina y el Caribe.