La lengua castellana fue ayer enaltecida por el Rey, que la definió como "un instrumento para la paz y la solidaridad, la cooperación y el intercambio", ante el patronato del Instituto Cervantes, en el Palacio Real. Juan Carlos, presidente de honor del patronato, valoró la capacidad del español para potenciar la proyección internacional de quienes lo hablan.

Definió la lengua como uno de los referentes culturales de gran demanda. El Rey tuvo palabras de elogio para el ministro de Cultura, César Antonio Molina, exdirector del Cervantes, y Carmen Caffarel, su sucesora.

Una nutrida representación de embajadores latinoamericanos asistieron al acto, así como José Luis Rodríguez Zapatero, presidente ejecutivo del organismo, y los ministros de Exteriores, Cultura y Educación y Ciencia. Zapatero destacó que en el Instituto Cervantes se trabaja para que nadie se sienta extranjero en el gran territorio de la lengua española.

En el brindis al final del almuerzo, el Rey recordó que hoy se conmemora la fiesta de la Hispanidad, que permite "ensalzar la unidad en la diversidad de la lengua común, cultivada a ambos lados del Atlántico".