El entorno de Iñaki de Juana rompió ayer su silencio para presionar al Gobierno socialista. El colectivo de apoyo a los presos Askatasuna aseguró que existe un compromiso, que posibilitó el final de la huelga de hambre, por el que regresaría a casa sin pulsera de control telemático cuando su salud se lo permitiera. Su portavoz, Juan Mari Olano, afirmó que se les dijo que "no era oportuna" su salida del hospital hasta después de las elecciones del 27 de mayo.

Olano capitaneó ayer la ofensiva aberzale para lograr que el preso regrese a su domicilio, y sin pulsera de control. Recordó que ningún miembro de ETA ha aceptado esa medida "porque no son perros". Instituciones Penitenciarias rechaza el debate sobre si Iñaki de Juana deberá llevar una pulsera de control telemático, ya que esa decisión solo puede adoptarse una vez conocido el dictamen médico recogido en el alta hospitalaria. De hecho, un alta médica, es decir, la total recuperación del preso, abriría un nuevo escenario, en el que cabría tanto la aplicación del tercer grado penitenciario, que permite solo ir a prisión a dormir, como su traslado a prisión en segundo grado.

El juez Luis de Castro, del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, recogió en su auto del 1 de marzo que, cuando De Juana reciba el alta, "permanecerá en su domicilio, con el horario que se determine, con seguimiento telemático continuado".

REGRESO A LA HUELGA De Juana Chaos ha trasladado a su entorno más directo que no aceptará otro sistema que no sea el seguimiento telefónico, que le obligaría a permanecer en su domicilio de diez de la noche a ocho de la mañana. Su presencia sería controlada por unas llamadas automáticas que debería atender. La agencia Europa Press aseguró ayer que el preso está incluso dispuesto a regresar a la huelga de hambre si Instituciones Penitenciarias le coloca la pulsera de control.