Iñaki de Juana Chaos ha vuelto a las andadas. El preso no ha probado el menú de la cárcel desde que ingresó en la madrileña prisión de Aranjuez, la tarde del miércoles. A diferencia de sus huelgas de hambre anteriores, el etarra ni siquiera ha comunicado a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias su decisión de dejar de comer. De Juana tampoco permite que le reconozca el personal sanitario de la prisión.

El preso, que cumple una condena de tres años por amenazas, reingresó en prisión el miércoles, tras permanecer hospitalizado en San Sebastián los últimos tres meses. Instituciones Penitenciarias decidió su traslado a una prisión de Madrid apenas 24 horas después de que ETA declarara oficialmente roto el alto el fuego.

El abogado del preso, Alvaro Reizabal, no confirmó la noticia, pero la consideró "coherente" con lo que su representado le había anunciado, en el sentido de que se negaría a comer si le obligaban a volver a prisión o a cumplir los 14 meses que le quedan de condena en su domicilio controlado por una pulsera electrónica.

De Juana llegó a la prisión de Aranjuez a las 18.15 horas del miércoles. Desde entonces ha rechazado la cena de ese día y todas las comidas que le ofrecieron ayer. Pese a estar ingresado en la enfermería del centro penitenciario, también se ha negado a recibir asistencia sanitaria.