Va en serio". El preso de ETA Iñaki de Juana Chaos ha enviado una carta a la dirección de la cárcel de Aranjuez, donde está recluido, en la que reclama que se le aísle para evitar que se especule con su huelga de hambre. En esa misiva, el reo pronuncia esa contundente frase y añade que piensa mantener el ayuno, que comenzó el martes tras conocer su condena, hasta las últimas consecuencias.

De Juana pide a los responsables del centro penitenciario que se le impida recibir visitas y así se acabe con las acusaciones que se vertieron este verano desde algún medio de comunicación asegurando que no cumplía la anterior huelga de hambre. La carta añade explícitamente que prefiere no tener visitas para que no se diga que ha estado comiendo jamón york, pan de molde y miel. Por último, renuncia a tener asistencia médica.

Iñaki de Juana reanudó el ayuno de protesta el martes tras conocer la condena de la Audiencia Nacional. Esta es la tercera vez que el preso de ETA se somete a estas medidas tan drásticas. La última fue entre los pasados 7 de agosto y 9 de octubre para protestar por su procesamiento en la causa por la que ahora ha sido condenado. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, dijo ayer que se le alimentará de manera forzosa "para garantizar su vida".

EL PROCESO DE PAZ El secretario general del PSE en Guipúzcoa, Miguel Buen, opinó que la nueva huelga de hambre "no beneficiará" en nada al proceso de paz y que la condena a De Juana es "la sentencia más dura dictada por un delito de amenazas hasta ahora en democracia". El consejero de Justicia del Gobierno vasco, Joseba Azkarraga, confió en que el ayuno iniciado por el reo "no llegue hasta el final".

EL FALLO La Audiencia Nacional dio a conocer ayer la sentencia contra el dirigente de ETA. Los jueces le imponen una pena de 12 años y siete meses por un delito continuado de amenazas terroristas por haber publicado dos artículos en el diario Gara en el 2004 en los que protestaba por la política penitenciaria del Gobierno socialista y citaba los nombres de cinco directores de prisiones y del entonces juez central de vigilancia penitenciaria y actual presidente de la sala penal de la Audiencia, Javier Gómez Bermúdez.

Los jueces sostienen que la mención de esos nombres "no es baladí" y que van más allá de su libertad de expresión, ya que esa personificación tiene por objeto "encargar a otros la producción del mal". Para el tribunal, De Juana pone a "disposición de la banda armada determinadas aportaciones" para que actúe.

Para el tribunal, esas amenazas fueron realizadas por "un activo miembro" de ETA que "en ningún momento ha mostrado arrepentimiento ni intención de resocialización".