Los magistrados del Tribunal Constitucional (TC) han llegado al límite de su paciencia. Varios jueces han reclamado ya verbalmente que se aparque el debate sobre el Estatut y se someta a votación alguno de los cuatro borradores del fallo. Una petición que topa por ahora con la resistencia de la presidenta, María Emilia Casas, que aún confía en lograr una mayoría suficiente que avale "las señas de identidad de Cataluña".

Las fuentes consultadas han confirmado que el Constitucional sigue dividido en tres bloques. Por un lado, los conservadores Jorge Rodríguez Zapata, Javier Delgado, Vicente Conde y Ramón Rodríguez Arribas. Por otro, los progresistas Casas, Pascual Sala, Eugeni Gay y Elisa Pérez Vera. Los catedráticos Manuel Aragón --nombrado a propuesta del Gobierno-- y Guillermo Jiménez van por libre.

Las mismas fuentes explican que los conservadores promueven un texto que aprovecha la sentencia para dar, dicen, "un palo a Cataluña". Por contra, los progresistas apoyan un borrador que declara inconstitucionales algunos artículos del Estatut, pero que respeta "las señas de identidad" de Cataluña, como el capítulo lingüístico o la presencia del término nación.