El magistrado Fernando Grande-Marlaska acusa al dirigente del PNV Gorka Agirre de ejercer de intermediario entre ETA y los empresarios relacionados con el partido nacionalista, "llegando incluso" a entregar el dinero de estos, en concepto de extorsión, a los terroristas. Es una de las razones por las que Marlaska imputó al miembro de la ejecutiva del PNV el pasado día 28 por un delito de colaboración con banda armada, y le dejó en libertad bajo fianza de 30.000 euros, según se desprende del auto hecho público ayer.

Marlaska, que ha pasado la investigación sobre la red de extorsión de ETA a Baltasar Garzón, a quien sustituía, asegura también que Agirre informó al supuesto responsable de la red, Joseba Elosua, de los coches de la policía que le seguían. El dirigente del PNV negó en su declaración que hiciera eso, pero Elosua y su hijo reconocieron que los datos de los coches policiales sobre los que tenían sospechas se los facilitaba "Gorka".

FILTRACION Marlaska dice que los extorsionadores fueron avisados de que estaban siendo investigados, lo que frustró una operación el 4 de mayo. Aún así, el juez no concluye que los culpables de la "filtración" sean policías, como se ha dicho; tan solo que era "una persona cercana" a la causa.