El juez Fernando Grande-Marlaska archivó ayer la investigación sobre la responsabilidad del Ministerio de Defensa, que dirigía Federico Trillo, en el accidente del Yakovlev 42 que costó la vida a 62 militares y a 13 miembros de la tripulación en Turquía el 26 de mayo del 2003, después de participar en labores humanitarias en Afganistán.

Para el juez, la responsabilidad del siniestro corresponde a los pilotos del aparato. La aeronave, a su juicio, cumplía con todas las condiciones para realizar vuelos. El magistrado se apoya en este caso en un informe elaborado por una comisión internacional de investigación del 29 de julio del 2005. En el dictamen, se culpa de la tragedia a "una concreta conjunción de circunstancias, imputables todas ellas a la empresa UM AIR, que explotaba el Yak-42".

El magistrado asume las conclusiones de ese informe, en el que se afirma que los pilotos "no habían recibido entrenamientos adecuados" para aterrizar en un aeropuerto "con una orografía montañosa" como el de Trebisonda.

Las familias de los militares muertos anunciaron ayer que recurrirán el fallo, al considerar que el juez ha llegado a la conclusión de que no existieron irregularidades "sin elementos de juicio".