Por la mínima. Angel Juanes, hasta ahora magistrado de la sala militar del Tribunal Supremo, será el nuevo presidente de la Audiencia Nacional tras lograr el voto de 11 vocales en el pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Su nombramiento lo acogió ayer el magistrado extremeño con "mucha ilusión" pues, según reconoció a este diario, era algo que deseaba. "Cuando acepte presentarme ya lo había meditado mucho, y si decidí hacerlo es porque realmente deseaba el cambio, por lo que he de reconocer que estoy muy contento" señaló.

Sin olvidar hacer constar que en el Tribunal Supremo "he estado muy a gusto y dejo muy buenos compañeros", para Juanes su nuevo cargo "supone un proyecto vital muy importante", y se muestra muy ilusionado y esperanzado en poder, desde él, "contribuir al fortalecimiento de la justicia en España".

La elección de Juanes ha roto la dinámica con la que ha funcionado el actual CGPJ. A diferencia de mandatos anteriores, la división en el seno del poder judicial no era de tenor ideológico, sino por carrera profesional. Los vocales y magistrados Margarita Robles (progresista) y Manuel Almenar (conservador) habían logrado crear un bloque compacto entre los vocales que procedían de la carrera judicial. De este modo, se aseguraban 14 votos, suficientes para tener el control de la institución.

El otro bloque estaba integrado por el catedrático José Manuel Gómez Benítez, las fiscales Almudena Lastra y Gabriela Bravo, y los nacionalistas Margarita Uría y Ramon Camp.

Sin embargo, ayer se recuperó la votación por ideología. El sector progresista, tras varias reuniones, acordó apoyar el nombramiento de Juanes para la Audiencia Nacional al obtener, en sus votaciones internas, un voto más que la candidata Elisa Veiga, también de Jueces para la Democracia y magistrada de la Sala Contenciosa de la Audiencia Nacional. Por ello, votaron en bloque para evitar que la presidencia de este emblemático tribunal recayera en manos del conservador Carlos Lesmes, que obtuvo nueve votos. Uno de los vocales apoyó a Veiga.

OTROS CARGOS La elección de Juanes --del que no se discute su trayectoria profesional-- ha sido cuestionada en medios judiciales. Estas fuentes sostienen que no reúne las condiciones para este cargo porque desciende de categoría y no ha obtenido los votos que se exigen para los nombramientos de los presidentes de los tribunales superiores de justicia (13 votos), ya que ambos cargos están equiparados en la ley. Por ello, afirman que si alguno de los derrotados recurre este nombramiento, el Supremo puede declararlo nulo.

La elección de Juanes era la que más morbo presentaba, habida cuenta de que optó a la plaza en el último minuto y echó de la terna a Baltasar Garzón. Por ello, los vocales se emplearon a fondo con este nombramiento. Sin embargo, ayer también eligieron a otros 17 cargos judiciales. La minoría conservadora salió ganadora al lograr ocho de las vacantes.

Los progresistas no pudieron colocar en la sala militar a la jueza Clara Martínez, esposa del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido. Lo que sí lograron fue sacar de nuevo a concurso las plazas de magistrado de la sala penal del alto tribunal tras colocar al progresista Alberto Jorge Barreiros y la de presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.