Baltasar Garzón procesó ayer por pertenencia a ETA a dos exdiputados de Batasuna, Joseba Permach y Joseba Alvarez, y al exparlamentario José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera , huido de la justicia, para quien el juez ordenó busca y captura. Al acabar, Garzón dejó la Audiencia Nacional sobre las 11.30 horas camino del aeropuerto para tomar un avión a Estados Unidos, donde permanecerá nueve meses de excedencia.

Alvarez y Permach perdieron su condición de aforados tras la disolución del Parlamento vasco por la convocatoria de las elecciones del 17 de abril. Por ello, Garzón ha podido procesarles. Les imputa pertenecer a ETA por haber desempeñado cargos en la dirección de Batasuna.

EL PROCESO DE PAZ Al salir de la Audiencia Nacional, Alvarez afirmó que Batasuna sigue apostando por la paz. Explicó que la situación ha cambiado con el PSOE en la Moncloa. Alvarez insistió en que el Gobierno debe negociar con ETA y, preguntado por el último atentado de ETA en Alicante, dijo que todas las partes deben estar implicadas en el proceso de paz: "También ETA, el Gobierno y los partidos".

En el auto, el juez relata que Alvarez viajó en el 2002 a Uruguay con el abogado Iñigo Elkoro para conocer la situación de los etarras en ese país. Garzón le imputa haber "intervenido" en la instrumentalización de las herriko tabernas (sedes sociales de Batasuna) "a favor del complejo terrorista liderado por ETA". De Permach dice que participó en un homenaje a Ternera en el 2000; que es miembro de Ekin (aparato político de ETA); y que participó en actos donde se quemaron banderas españolas. El juez acusa a Josu Ternera de tener "una labor directiva" en ETA.