Por la boca muere el pez. El expresidente del Gobierno José María Aznar presumió en una entrevista radiofónica de haberse llevado a su casa, cuando abandonó el Gobierno, documentos secretos redactados por el CNI sobre el 11-M. El letrado José Luis Mazón se querelló contra él por una presunta infidelidad en la custodia de documentos. El juez Julio de Diego ha decidido investigar estos hechos.

Aznar concedió una entrevista a Radio Caracol de Colombia el 16 de julio del 2004. Cuando fue preguntado por los informes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en los que se avisó del riesgo de un atentado islamista, Aznar contestó: "Yo tengo todos los informes del servicio de información. Comprenderá que los tenga porque era el presidente". La Asociación contra la Injusticia y la Corrupción (Ainco), que preside el letrado Mazón, presentó una querella contra Aznar el 1 de septiembre del 2004 por un posible delito de infidelidad en la custodia de documentos oficiales o apropiación indebida. El juez se negó a investigar los hechos, pero la Audiencia Provincial de Madrid le ordenó abrir diligencias el 2 de enero.

El magistrado ha cumplido el mandato de sus superiores y ha incoado unas diligencias indeterminadas porque "los hechos presentan características que hacen presumir la posible existencia de una infracción penal".

En la querella de Ainco se explica que Aznar ya no tiene fuero "ante el Tribunal Supremo al no ocupar cargo de diputado ni de presidente del Gobierno". Por ello, pide a la justicia ordinaria que investigue si es delito que un presidente se lleve documentos oficiales y secretos. "Los informes" del CNI "tienen por destinatario al cargo y no a la persona", reza la querella.

Por otra parte, el ministro de Defensa, José Bono, confirmó ayer que "hay mucha documentación" de las negociaciones del Gobierno de Aznar con ETA, en 1999, pero que no se desclasificará "ni un solo documento".