El juez Juan del Olmo dejó en libertad, en la madrugada de ayer, a los tres últimos detenidos por su presunta relación con los atentados del 11-M. Permanecen en prisión 18 de los arrestados, entre ellos cuatro acusados de ser autores materiales de la matanza de Madrid y dos coautores.

El marroquí Jalid Zeimi admitió ante el juez que conocía a algunos de los implicados en el 11-M porque coincidían en las mezquitas madrileñas de la M-30 y de Estrecho, donde conoció a Serhane ben Abdelmajid Farrkhet, el Tunecino , jefe de la célula terrorista de la masacre.

El egipcio Assad Mohamedeid Abad el Maksud dijo al juez que había desempeñado varios trabajos en España, entre ellos la venta de teléfonos, y que fue imán de la mezquita de Collado-Villalba (Madrid). El saudí Abdulkarim Rahim Aweya dijo que conoció al Tunecino y a Amer el Aziz, supuesto responsable de al Qaeda en Europa, en la mezquita de la M-30.