Los integrantes de la célula islamista desarticulada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona) "reclutaron, adoctrinaron y enviaron" a Irak al suicida que, en noviembre del 2003, atentó en la base italiana de Nasiriya y trataron, sin éxito, de introducir a otros dos terroristas, en febrero de 2004.

Así lo afirma el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu en el auto que dictó para siete de los ocho islamistas pertenecientes al grupo principal terrorista detenido el martes en Vilanova y a los que acusa de ser del Grupo Islámico Combatiente Marroquí, próximo a Al Qaeda.

Las detenciones se produjeron en sendas operaciones de la Guardia Civil y Policía Nacional, que ese mismo día detuvo a otras 12 personas en Vilanova, Sant Boi de Llobregat (Barcelona), Madrid y Lasarte (Guipúzcoa).

Según el auto del juez Andreu, que se ha hecho cargo del caso junto a Fernando Grande-Marlaska, existen datos suficientes para considerar que el grupo "reclutó, adoctrinó y envió" a Irak a Bellil Bengacem, "poniéndolo a las órdenes del grupo terrorista de Al Qaeda, Brigadas de Abu Hafs Al Masri". Para hoy está previsto que Marlaska interrogue a los últimos detenidos, entre los que destaca el cabecilla Omar Nakhcha.