Tanto el ministro de Justicia, José María Michavila, como el de Interior, Angel Acebes, aseguraron ayer que "no hay ninguna decisión tomada" acerca de la reforma penal propuesta por el popular Jaime Mayor Oreja para endurecer el castigo que se impone a los autores de delitos de desobediencia y sedición.

El secretario de Estado de Justicia, Rafael Catalá, descartó incluir las medidas en la reforma del Código Penal que tramita el Senado, aunque esa modificación podría estudiarse en el futuro. Como la legislatura acaba en enero, la reforma que pide Mayor Oreja deberá estudiarla quien gobierne a partir del 2004.