Contra lo que sostienen la activista saharaui Aminetu Haidar y la plataforma que le apoya, el Gobierno español no vulneró la legalidad al permitir su entrada en España el pasado 13 de noviembre ni al impedir su regreso a El Aiún al día siguiente. Así lo certificó ayer el juzgado contencioso administrativo número 4 de Las Palmas de Gran Canaria, en respuesta al recurso presentado por Haidar. Esta pedía la imposición de medidas cautelares, entre las que figura su regreso inmediato a Marruecos, pero los magistrados también las han rechazado.

La actuación de la policía de fronteras se ha situado en el centro de la polémica después de que tanto el presidente del Gobierno como la vicepresidenta descargaran en la misma todo el peso de una decisión que, por otro lado, consideran "plenamente legal". Todos los sindicatos policiales, la abogada defensora de Haidar y hasta el líder de la oposición, Mariano Rajoy, coincidieron ayer en acusar al Gobierno de querer eludir responsabilidades y le exigieron que asuma sus errores.

El auto del juzgado canario sostiene, sin embargo, que tanto la ley de extranjería como el Código Schengen permiten en situaciones excepcionales la entrada de un extranjero en España aunque carezca de pasaporte, siempre que disponga de un permiso de residencia en vigor, como el que el Ejecutivo español concedió a Haidar por razones humanitarias.

FACULTAD DISCRECIONAL Respecto al regreso frustrado a Marruecos, el juzgado recuerda que ambas normativas fijan "la facultad discrecional de los servicios policiales de control de valorar la oportunidad o conveniencia de permitir la salida" cuando se carece de la documentación exigida (el pasaporte) para llevarla a cabo. El auto destaca que es pública "la voluntad de las autoridades de marroquís de impedir la entrada de la recurrente a dicho país", por lo que, de haberla autorizado, "existía el riesgo" de que se produjera "la situación descrita por el abogado del Estado como viaje en órbita".

En el frente diplomático, Marruecos se mantiene impermeable a la presión de la UE, Estados Unidos y la ONU. Las declaraciones de su ministro de Exteriores, Taib Fasi-Fihri, tras conversar con la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, no dejan margen a la ambigüedad. "Marruecos no cederá al chantaje de Aminatu Haidar", advirtió.

El presidente de la autoproclamada República Arabe Saharaui Democrática (RASD) y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, se añadió, con una carta dirigida al rey Juan Carlos, a la lista de personalidades que han pedido la mediación del monarca español.