El independentismo se mueve entre las sombras pergeñando sus planes futuros, lejos de la mirada vigilante del Gobierno central. No sueltan prenda, empezando por el propio Carles Puigdemont, que la semana pasada no confirmó ni desmintió que vaya a ser el siguiente fusible en el actual carrusel de candidatos fallidos a ser investidos. Pero sus actos revelan una estrategia que pasa por abundar en la gesticulación que se deriva de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy impida que el líder del bloque que ganó las elecciones sea investido, para llegar, no muy lejos del 22 de mayo, fecha límite antes de caer en el pozo de las nuevas elecciones, a la investidura «real y efectiva».

El Parlament vivió ayer un doble movimiento del independentismo. Por un lado, se confirmó que se sigue embastando el traje a medida para que Puigdemont sea investido presidente por vía telemática. Por el otro, con los votos favorables de Junts per Catalunya (JxCat) y ERC, la Mesa aceptó la solicitud del exconseller Toni Comín para delegar el voto.

JxCat y ERC, pues, ya no dependerían de la CUP para investir un candidato por mayoría simple. Algo innecesario si ese candidato fuera el propio Puigdemont, que cuenta con el apoyo explícito de los anticapitalistas. Por tanto, se requiere ese voto de Comín para algún otro candidato.

Con todo, JxCat y ERC intentarán aprobar la reforma de la ley de presidencia en un pleno el 3 de mayo pese a que la amenaza de la suspensión por parte del TC es más que evidente y a pesar de que haya quien, en ERC, lo vea «muy justo de tiempo». Eso sí, la ley no sería válida hasta que no apareciera publicada en el diario oficial de Cataluña, publicación controlada por el Gobierno central por el artículo 155.

La reforma legal planteada por los grupos secesionistas está ahora bajo revisión del Consejo de Garantías Estatutarias, que tiene hasta mañana para emitir un dictamen. Después, habría de plazo hasta el lunes para presentar enmiendas a dicho dictamen. El martes es festivo. El miércoles, la Junta de Portavoces convocaría pleno para el jueves. Dicha reforma de la ley de presidencia debería ir acompañada de una reforma del reglamento del Parlament, pero esto no parece que JxCat y ERC lo contemplen.

En cuanto a Comín, el diputado de ERC sigue en Bélgica a la espera de que la justicia de aquel país decida si lo extradita a España como solicita el juez Pablo Llarena. Hoy Comín podrá votar en el pleno de la Cámara sobre la prórroga presupuestaria de la Generalitat y sobre la recuperación de una parte de la paga extra por parte de los funcionarios.

No obstante, PSC, Cs y PPC pedirán que la Mesa vuelva a reunirse y reconsidere si ratifica la delegación de voto de Comín. En una rueda de prensa en la Moncloa, Mariano Rajoy dejó en manos de su partido, y no del Gobierno, el estudio de las «acciones legales» contra la delegación del voto de Comín, informa Pilar Santos. Fuentes de la Moncloa apuntaron más tarde que el Ejecutivo ha ganado hasta ahora todos los recursos que ha presentado contra las decisiones que ha considerado inconstitucionales del Parlament, dando a entender que no tienen clara esa victoria.