El abogado de Rabei Osman, el Egipcio, afirmó ayer que las pruebas contra su defendido no solo se obtuvieron de manera ilegal, sino también se "falsearon" para crearle un "perfil de terrorista". El letrado se centró en las conversaciones interceptadas por la policía italiana a Osman en Milán en mayo del 2004, en las que afirma que su "gente" ha actuado en Madrid y están "todos con Dios". Zulueta intentó restar valor probatorio a dichas conversaciones, alegando que esas afirmaciones son propias de alguien que sufre "delirios de grandeza". Lo equiparó a un mitómano que alardea de haber "matado a John Fitzgerald Kennedy".

El último defensor en intervenir fue el del presunto autor material del 11-M, Jamal Zugam. Dijo que el procesado, contra el que la fiscalía reclama 38.960 años de cárcel, es un "chivo expiatorio", el "cabeza de turco".